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Además, puedes mirar el post de nuestro ingeniero agrícola explicando cómo generar y controlar el CO2 en un cultivo interior.

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    ¿Qué es el CO2 para las plantas?

    La concentración de CO2 o dióxido de carbono es uno de los principales factores de producción en cultivo interior. Después del riego, la luz, el fertilizante y la temperatura es el quinto parámetro en importancia a la hora de determinar el rendimiento.

    Un cultivo con CO2 extra puede producir hasta un 30% más de peso seco por unidad de superficie, además de estar listo para cosechar en menos días. Los cogollos producidos con esta técnica tienen un tamaño brutal, y una consistencia fuera de lo común!

    ¿Cómo utilizar el CO2 en cultivo indoor?

    Durante la fase diurna, cuando las luces están encendidas, las plantas realizan la fotosíntesis. Este proceso bioquímico es parecido a una fábrica de azúcar: las plantas utilizan la luz, el agua, y el CO2 del aire para sintetizar glucosa. Sin un aporte constante de dióxido de carbono las plantas dejan de crecer, así que hay dos maneras de hacerlo:

    • Renovar el aire de forma que la concentración dentro del armario de cultivo sea siempre elevada.
    • Aportar CO2 extra dentro del cultivo, y reducir la extracción mientras las luces

    Dentro de la segunda opción dos maneras de aportar este CO2 a tu cultivo indoor, mediante quemadores o con bombonas de gas carbónico. Ya que mover bombonas de gas no es demasiado discreto (a no ser que tengas un bar con un tirador de birra), es mejor instalar un quemador de propano.

    Al quemar propano, se produce una reacción química llamada combustión. El residuo de esta reacción es vapor de agua, y el preciado CO2 que tanto gusta a nuestras plantas.

    Por tanto, cuando quemas propano para generar el dióxido de carbono, también necesitas un deshumidificador. De lo contrario estarás acumulando humedad en la sala de cultivo, con el consiguiente riesgo de aparición de botrytis que implica.

    ¿Cuánto CO2 necesita una planta?

    Cuidado, no sirve cualquier concentración para cultivar en interior. En la actualidad, la concentración atmosférica se sitúa en torno a las 400 ppm. Pero cuando las primeras plantas de marihuana evolucionaron, la atmósfera estaba mucho más cargada.

    Por este motivo, puedes subir hasta 2.000 ppm sin problema. Lo más habitual es empezar con unas 1000 ppm en fase de crecimiento, e ir incrementando unas 100 ppm por semana hasta llegar al máximo. Aunque las plantas pueden soportar concentraciones más altas, no es recomendable ir más allá de las 2000 ppm. De lo contrario, puedes llegar a marearte cuando entres al cultivo…

    Controlador CO2 cultivo

    El controlador de CO2 es el aparato encargado de gestionar que la concentración sea la adecuada. Mientras las luces estén en marcha, irá apagando y encendiendo el quemador para mantener las ppm deseadas. Una vez que se apague la luz, dejará de activar el quemador, ya que las plantas no realizan fotosíntesis cuando están a oscuras.