El purín de ortigas casero es un excelente fertilizante natural que se utiliza en la agricultura ecológica para mejorar el crecimiento y la salud de las plantas. En este artículo, compartiremos contigo una receta detallada para preparar tu propio purín de ortigas casero y aprovechar todos sus beneficios:

📖 Introducción

El purín de ortigas es una mezcla líquida que se obtiene a partir de la fermentación de las hojas frescas de ortiga. Esta planta, conocida científicamente como Urtica dioica, posee propiedades nutritivas y fortificantes que son beneficiosas para el desarrollo de las plantas.

Al utilizar purín de ortigas, estaremos aportando nutrientes esenciales a nuestro cultivo, principalmente hierro. Este microelemento se encuentra bloqueado en muchos suelos calcáreos de nuestro país, y no es raro ver plantas de marihuana con déficit de hierro en cultivos de exterior.

📋 Materiales necesarios

Antes de adentrarnos en el proceso de preparación del purín de ortigas, es importante asegurarnos de contar con los siguientes materiales:

  • 1 recipiente grande de plástico o metal
  • 1 kilogramo de hojas frescas de ortiga
  • 1 malla para filtrar
  • Agua sin cloro (preferiblemente de lluvia u osmotizada)
  • Un palo largo o una herramienta para agitar
  • Un recipiente de almacenamiento con tapa hermética
purin ortiga

📑 Paso a paso: Cómo preparar purín de ortigas casero

Paso 1: Recolectar las hojas de ortiga

Para preparar el purín de ortigas, es necesario recolectar hojas frescas de ortiga. Puedes buscarlas en áreas naturales o cultivar tus propias plantas de ortiga en tu jardín. Asegúrate de utilizar guantes para protegerte de las posibles irritaciones que las hojas de ortiga pueden causar en la piel.

Paso 2: Limpia las hojas

Una vez que hayas recolectado las hojas de ortiga, lávalas suavemente con agua para eliminar cualquier suciedad o residuo que puedan contener. Sobre todo, no apliques ningún fitosanitario antes de recolectar la ortiga, o estarás añadiéndolo al purín.

Paso 3: Trocea las hojas

Corta las hojas de ortiga en trozos pequeños para facilitar el proceso de fermentación. Puedes utilizar unas tijeras limpias o un cuchillo afilado para este paso.

Paso 4: Llena el recipiente con las hojas troceadas

Coloca las hojas de ortiga troceadas en el recipiente grande de plástico o metal. Asegúrate de dejar suficiente espacio libre en el recipiente, ya que el purín aumentará de volumen durante la fermentación.

Paso 5: Agrega agua sin cloro

Una vez que las hojas de ortiga estén en el recipiente, añade agua no clorada (del grifo no!) hasta cubrir completamente las hojas. Es importante utilizar agua sin cloro, ya que el cloro es un veneno para los microorganismos y puede inhibir el proceso de fermentación.

Paso 6: Mezcla y agita

Con un palo largo o una herramienta adecuada, mezcla y agita suavemente la mezcla de hojas de ortiga y agua. Este paso ayudará a iniciar el proceso de fermentación y a liberar los nutrientes de las hojas.

Paso 7: Deja reposar

Una vez que hayas mezclado y agitado la solución, cubre el recipiente con una tapa o un paño limpio y déjalo reposar en un lugar fresco y oscuro durante 2 semanas. Durante este tiempo, la fermentación tendrá lugar y el purín adquirirá su forma final.

Paso 8: Filtra el purín

Pasadas las 2 semanas de fermentación, es hora de filtrar el purín de ortigas. Utiliza un colador o una malla de Iceolator para separar las hojas y otros restos sólidos de la solución líquida. El líquido filtrado será nuestro purín de ortigas casero.

Paso 9: Almacenamiento

Vierte el purín de ortigas en un recipiente de almacenamiento con tapa hermética para conservar su frescura y evitar que salgan malos olores. Guarda el recipiente en un lugar fresco y oscuro hasta que estés listo para utilizarlo.

Paso 10: Aplicación

Antes de utilizar el purín de ortigas, es importante diluirlo con agua. La proporción recomendada es de 1 parte de purín por 10 partes de agua. Mezcla bien la solución y utilízala para regar tus plantas. Este fertilizante natural ayudará a fortalecer las plantas, mejorar su crecimiento y protegerlas de posibles enfermedades.

Recuerda que el purín de ortigas casero no solo es beneficioso para las plantas, sino también para el medio ambiente, ya que no contiene productos químicos nocivos. ¡Anímate a probarlo y disfruta de los resultados!

¡Comienza hoy mismo a preparar tu propio purín de ortigas casero y dale a tus plantas el cuidado que se merecen!

Jose Manuel Asenjo

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