Desde Ebregrow siempre hemos querido daros la mejor y más actualizada información sobre el cultivo de cannabis sativa. Así que ahora vamos a ir un paso más allá y vamos a traducir y resumir (importante) las últimas publicaciones científicas relacionadas con el cultivo de nuestra planta favorita.

Hoy vamos a escribir del cultivo de cáñamo, una alternativa a los agricultores de la España vaciada, que pueden optar por introducir esta planta en su rotación de cultivos, tanto para obtener rendimiento económico directo como para regenerar los suelos.

El artículo en cuestión trata sobre el impacto de la fertilización nitrogenada en el cultivo del cáñamo, pudiendo consultar el texto íntegro en el siguiente enlace:

https://acsess.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/agj2.21345

Autores: Navdeep Kaur, Zachary Brym, Luis Alberto Monserrate Oyola, Lakesh K. Sharma

Revista Agronomy Journal

Fecha de publicación: 28 de marzo de 2023

📄 Resumen

El resurgimiento del interés en el cultivo de cáñamo ha creado oportunidades y desafíos, especialmente en lo que respecta a la gestión del cultivo, como la tasa de aplicación de fertilizantes. La mayor parte de la literatura sobre el manejo del nitrógeno (N) en la producción de cáñamo proviene de Asia y Europa, con sistemas de cultivo más establecidos que en América del Norte. 

A través de nuestra revisión, encontramos evidencia de que el fertilizante N tiene un impacto positivo notable en los parámetros básicos de morfología y fisiología del cultivo, o al menos el cultivo responde a tales aplicaciones de fertilizante in situ

Algunos parámetros fisiológicos que muestran una respuesta positiva incluyen pigmentos fotosintetizadores, concentración de N y nitrato, y eficiencia de uso del agua. El fertilizante N ha demostrado aumentar el rendimiento de tallo y fibra pero reducir la calidad de la fibra. Aumentar el N también parece aumentar el rendimiento de semillas y el contenido de proteínas. 

Tanto las cantidades excesivas como las bajas de fertilizante N son perjudiciales para el cáñamo floral. Hay poca evidencia de que la concentración de Δ9-tetrahidrocannabinol sea más afectada por la fertilización N que por la genética.

El impacto de la fuente y el momento del fertilizante sigue siendo un área crítica de investigación. Todavía existe la necesidad de investigar para desarrollar un programa de manejo de nutrientes sostenible para el cáñamo.

✅ Ideas clave del texto

  • El nitrógeno (N) es un nutriente esencial para las plantas de cáñamo y juega un papel fundamental en su morfología y fisiología.
  • La aplicación de N aumenta la altura de las plantas, el diámetro del tallo y la acumulación de biomasa.
  • El N también mejora la absorción de nutrientes por las plantas, la tasa de fotosíntesis y la eficiencia del uso del agua.
  • Sin embargo, la aplicación excesiva de N puede reducir la calidad de las fibras de cáñamo y aumentar la acumulación de nitratos en el suelo y el medio ambiente circundante.
  • Las recomendaciones de N para la producción de cáñamo varían según el producto deseado (fibra, semilla o flor) y las condiciones climáticas.
  • Se necesita más investigación para determinar las tasas y métodos de aplicación de N óptimos para la producción de cáñamo en diferentes regiones y entornos.
  • Las fuentes de fertilizantes nitrogenados y la interacción del N con la absorción de metales pesados también son áreas que requieren una mayor investigación.

Para los que queráis ir un poco más allá, aquí os dejamos la traducción completa del artículo, con todos los puntos numerados…buena suerte!

🌿 Nutrición nitrogenada y la morfología y fisiología del cultivo

Morfología

Ciertamente, la aplicación de fertilizante N tiene un impacto significativo en el crecimiento y desarrollo de las plantas de cáñamo. El cáñamo es una planta anual polinizada por el viento con una altura de 1 a 5 m, dependiendo del genotipo (Bouloc et al., 2013). La aplicación de N aumenta significativamente la altura de la planta en el cáñamo de flor, semilla y fibra en condiciones de campo y de invernadero, y se ha informado en varios estudios (Anderson et al., 2021; Papastylianou et al., 2018; Vera et al., 2010; Yang et al., 2021; Zhu et al., 2022). 

La aplicación de N también aumenta el diámetro del tallo (Yang et al., 2021; Zhu et al., 2022). La proporción de volumen de biomasa de raíz a tallo en el cáñamo es menor que en otras anuales económicamente beneficiosas (Bouloc et al., 2013). Las longitudes de la raíz primaria y lateral pueden alcanzar hasta 2 y 0,1-0,6 m, respectivamente (Bouloc et al., 2013). 

Dos estudios han informado que la relación de peso seco de raíz a tallo disminuye significativamente con el aumento de las concentraciones de N en condiciones de invernadero, lo que indica que el desarrollo del brote se favorece sobre las raíces (Yang et al., 2021; Zhu et al., 2022). Las plantas femeninas tienen una fase vegetativa más extendida que las plantas masculinas (Struik et al., 2000); por lo tanto, tienen un sistema radicular más desarrollado (Bouloc et al., 2013). 

Las tasas de fertilizante N no afectan la proporción de plantas masculinas y femeninas del cultivo (Black, 1945). Las hojas acumulan más N, seguidas de tallos y raíces durante la fase vegetativa (Yang et al., 2021). El impacto de la aplicación de N en otros parámetros morfológicos de las plantas, como la biomasa, el tamaño y el peso de las semillas y el rendimiento del tallo, se ha discutido en la Sección 4 de este manuscrito.

Fisiología

Ciertamente, el nitrógeno (N) desempeña un papel crucial en el metabolismo vegetal, al sintetizar clorofila, bases nitrogenadas en ácidos nucleicos y proteínas, afectando la fisiología general del cultivo (Hawkesford, 2012; Landi et al., 2019). En el cáñamo, las condiciones de deficiencia de N (30-80 mg N L-1 en medios sin suelo) conducen a una escasez de estas moléculas esenciales para las plantas (es decir, ácidos nucleicos, clorofila y proteínas), lo que reduce el crecimiento radial de la planta y el tallo y disminuye la elongación de la planta, las ramas laterales y la acumulación de biomasa de raíces (Saloner y Bernstein, 2020).

Del mismo modo, Maļceva et al. (2011) informaron que las condiciones de deficiencia de N reducen la concentración de N en las hojas de la planta después de que termina el período juvenil del cultivo (Maļceva et al., 2011). El suministro de N afecta la acumulación de otras nutrientes minerales en las plantas, es decir, calcio, hierro y zinc. Del mismo modo, el crecimiento reducido con un bajo suministro de N se debe a una menor absorción de diversos macro y micronutrientes (Saloner y Bernstein, 2020).

Con un aumento en el suministro de N de hasta 160 mg L-1 en solución, las concentraciones de P, K, magnesio (Mg), calcio (Ca), manganeso (Mn) y hierro (Fe) en las raíces aumentaron significativamente. La concentración de pigmentos fotosintéticos, el verdor de las hojas y la acumulación de N-NO3 en las hojas también se correlacionan positivamente con el suministro de N (Maļceva et al., 2011; Saloner y Bernstein, 2020; Zhu et al., 2022). Un aumento en la tasa de N también resultó en un aumento de pigmentos fotosintéticos en otros cultivos, es decir, cebada (O’Neill et al., 1984), caña de azúcar (Bassi et al., 2018), tomate (Adelusi y Oseni, 2015) y festuca (Lv et al., 2017). 

La eficiencia del uso del agua del cáñamo se ve incrementada por la aplicación de N (Saloner y Bernstein, 2020). La transpiración y la fotosíntesis bruta (suma de la respiración de la copa y la fotosíntesis neta) del cáñamo también se han reportado que aumentan con el aumento de la tasa de fertilizante N (Tang et al., 2018). 

En conclusión, un mayor suministro de N mejora la absorción de nutrientes por las plantas, la tasa de fotosíntesis y la eficiencia del uso del agua, lo que finalmente aumenta el rendimiento del cáñamo, específicamente para la producción química basada en flores, al aplicar fertilizante líquido. Los estudios sobre el efecto de los fertilizantes N en la fisiología del cáñamo se llevaron a cabo en condiciones ambientales controladas, y poco se ha explorado en condiciones de campo

Suministrar N por encima del rango óptimo reduce el crecimiento y desarrollo de las plantas (Yang et al., 2021). Se observó que el suministro de N por encima de 160 mg L-1 y hasta 320 mg L-1 disminuyó las concentraciones de P, Mg, K y Ca en plantas de cáñamo con flores. Del mismo modo, Zhu et al. (2022) informaron que la acumulación de P y K disminuye en las plantas después de una concentración de 270 mg L-1 de una solución. Además, resulta en el cierre estomático con una disminución de la tasa de transpiración, la concentración de CO2 intercelular y la conductancia estomática (Saloner & Bernstein, 2020). 

Los efectos del exceso de N en las plantas han sido seguidos por la acumulación de nitrito y óxidos nítricos tóxicos (Zheng et al., 2016) y la reducción de los metabolitos orgánicos que contienen N (Saloner & Bernstein, 2020). La asimilación excesiva de nitrato de N (N-NO3) aumenta el pH del citoplasma (Britto & Kronzucker, 2005). Se producen aniones de ácido orgánico para contrarrestar esto, un proceso que consume energía que restringe el crecimiento de las células vegetales (Hauck et al., 1984). Algunos estudios sugieren que la disponibilidad excesiva de N reduce la actividad de las enzimas antioxidantes, esenciales para reducir los daños oxidativos causados por las especies reactivas de oxígeno (Yang et al., 2021), que pueden dañar el ADN, los lípidos y las proteínas, lo que lleva a la muerte celular (Yang et al., 2021). 

En conclusión, un suministro excesivo de N puede reducir el crecimiento y desarrollo de las plantas al afectar la absorción de otros nutrientes (macro y micronutrientes) y procesos vitales como la fotosíntesis, la transpiración y la conductancia estomática (Saloner & Bernstein, 2020; Yang et al., 2021).

Síntomas de la deficiencia de nitrógeno

La deficiencia de N es un nutriente esencial que causa un crecimiento reducido, biomasa y rendimiento (Figura 3). Basándose en la información disponible en las prácticas de cultivo de cáñamo, el mejor momento para la demanda de N de una planta y, por lo tanto, la aplicación objetivo, está determinado por la altura de la planta (70-100 cm), el número de pares de hojas (cinco a siete) y materia seca total (2-5 t ha-1) (Iványi & Izsáki, 2009). 

En un estudio de invernadero de cristal utilizando el cultivar de cáñamo cannabidiol (CBD) T1, los nutrientes se aplicaron como solución de nitrato Hoagland inmediatamente después del trasplante. Las plantas privadas de N mostraron síntomas de deficiencia 6 semanas después de la aplicación del tratamiento, inicialmente volviéndose pálidas y ligeramente achaparradas en comparación con las plantas con N suficiente. Eventualmente, los síntomas se volvieron más graves en las hojas inferiores, con amarilleo y necrosis que condujo a la abscisión (Cockson et al., 2019).

Las plantas privadas de N tenían una concentración de N 62% más baja, produciendo la mitad de la biomasa que las plantas con N suficiente. El primer síntoma de deficiencia apareció a una concentración de N de la hoja del 1,62% en comparación con las plantas de control con un 4,28% (Cockson et al., 2019). La concentración de N de una planta suficiente oscila entre el 4% y el 5% (Cockson et al., 2019; Kádár, 2004). Otro estudio mostró que el crecimiento restringido con clorosis foliar se detectó a 30 mg L-1 N. Los autores observaron un crecimiento restringido y un amarilleo de las hojas más viejas a 80 mg L-1. Al mismo tiempo, se informaron plantas más pequeñas con un color verde oscuro en medios con 320 mg L-1 N. El crecimiento óptimo de las plantas se observó a 160 mg L-1 N (Saloner & Bernstein, 2020).

💯 Concentración de THC y elongación de las plantas

La fertilización con N no parece afectar significativamente la concentración de THC en las plantas en comparación con el efecto genético. El mecanismo genético de las plantas controla alrededor del 80% de la varianza en el contenido de THC, y solo el 1.7%-8% se ve afectado por el medio ambiente (Campbell et al., 2019). Además, un estudio de Coffman y Gentner (1997) respalda la afirmación anterior. Informaron que aumentar la concentración de N de 0 a 125 mg L-1 no afectó significativamente la concentración de THC en las inflorescencias (Coffman y Gentner, 1977).

 Algunos estudios muestran que el contenido de THC en las hojas de cáñamo difiere según su ubicación en la planta, con el más alto cerca de las hojas de punta de brote y las hojas de las ramas laterales y el más bajo en las hojas más viejas. Esta tendencia fue independiente de la tasa de fertilizante N aplicada (Bósca et al., 1997). Por otro lado, un estudio confirmó que el fertilizante N afecta el contenido de THC en las hojas, ya que el contenido de THC disminuye con un aumento en la tasa de fertilizante N aplicado (Bósca et al., 1997).

Las cosechas de cáñamo para fibra y grano se plantan en alta densidad con una competencia sustancial entre plantas (Struik et al., 2000). Las plantas de cáñamo experimentan un proceso de autopoda cuando las plantas mueren antes de la cosecha durante el establecimiento de la plantación, lo que potencialmente reduce el rendimiento y la calidad de la materia seca (van der Werf y van den Berg, 1995). 

Un estudio ha demostrado que la fertilización N aumentada en el cáñamo para fibra aumentó la mortalidad de las plantas. Sin embargo, el rendimiento de la caña aumentó debido al aumento del peso promedio de las plantas (Amaducci et al., 2002). Además, un estudio encontró que aunque la densidad de plantas disminuye a altas tasas de N, la producción final de materia seca permanece similar para ambas tasas de N altas y bajas (van der Werf et al., 1995). 

Alternativamente, a medida que disminuye el número de plantas vivas, la acumulación de biomasa por planta también puede aumentar (van der Werf et al., 1995). El autopodado podría deberse a una mayor competencia entre plantas (Amaducci et al., 2002; Tang et al., 2018). Además, la densidad de las plantas y los niveles de fertilización N no interactúan (Amaducci et al., 2002; Tang et al., 2018). 

En un experimento, resultados contrastantes indicaron que aumentar la tasa de N no disminuyó la densidad de las plantas.  Una disminución en la densidad de plantas (35 plantas m² de 82 plantas m²) podría deberse a condiciones climáticas desfavorables como una sequía severa o debido al método incorrecto de colocación del fertilizante. Los fertilizantes colocados en bandas estrechas alrededor de la semilla reducen la densidad de las plantas en comparación con los fertilizantes en superficie (Vera et al., 2004).

📊 Manejo del nitrógeno en la producción fibra, semillas y flores

Producción de fibra

El contenido de celulosa en el tallo del cáñamo es el factor más crucial que determina la calidad de la fibra. La fertilización excesiva con N reduce la celulosa y aumenta el contenido de proteínas en el tallo, reduciendo su resistencia mecánica y la calidad de la fibra (Black & Vessel, 1945; Hessler, 1947). El porcentaje de celulosa es máximo hasta el final de la temporada de crecimiento, cuando comienza la acumulación de lignina, reduciendo la calidad de la fibra (Struik et al., 2000). 

La fertilización excesiva con N también puede hacer que los tallos se mantengan verdes durante más tiempo, lo que a veces retrasa la cosecha y el tiempo de secado (Bouloc et al., 2013). Sin embargo, también se ha demostrado que el rendimiento seco del tallo aumenta un 48% cuando se usa 240 kg N ha-1 en comparación con el tratamiento de control sin fertilización con N (Papastylianou et al., 2018).

Además, el rendimiento de biomasa de tallo aumentó un 32% cuando la tasa de N aumentó de 0 a 60 kg N ha-1; aumentar aún más la tasa de N de 60 a 120 kg N ha-1 no resultó en ningún cambio notable en el rendimiento de peso seco del tallo. La altura de la planta también aumenta con un aumento en el nivel de la tasa de N de manera cuadrática (Papastylianou et al., 2018; Vera et al., 2004). 

En general, el diámetro del tallo y la altura de la planta aumentan con un suministro adicional de N, y estos parámetros se correlacionan fuertemente con el rendimiento de biomasa de tallo. Por lo tanto, el efecto de la fertilización con N generalmente se evalúa en el rendimiento de biomasa de tallo, pero también se debe considerar la calidad de la fibra.

El rendimiento de la fibra de cáñamo también depende de la cantidad de N ya presente en el suelo. Como evidencia de ello, en un experimento realizado en suelos ricos en N (40-100 kg N ha-1), con dosis adicionales de N en comparación con el tratamiento controlado (sin N), se registró un aumento muy leve pero significativo en el rendimiento (Struik et al., 2000). Sin embargo, se registró un rendimiento mucho mayor en otro lugar con bajo N en el suelo (que recibe precipitaciones relativamente altas en verano) en comparación con el tratamiento de control (Struik et al., 2000). En conjunto, la gestión del N en la producción de cultivos de fibra depende del N ya disponible en el área y las precipitaciones.

Producción de semillas

Las semillas de cáñamo son una fuente nutritiva y confiable de proteínas, grasas insaturadas, fibra y minerales como Mg, Ca, Na, Fe, P y zinc (Kaur et al., 2021). El aceite se extrae de las semillas que contienen hasta un 90% de ácidos grasos insaturados (Sokoła-Wysoczańska et al., 2018). La aplicación de N ha mostrado efectos variables en el peso de las semillas.

Según un estudio, el aumento de la tasa de N de 0 a 240 kg ha-1 no mostró un aumento significativo en el peso medio de las semillas (Papastylianou et al., 2018). Otro estudio encontró que el peso de las semillas está influenciado por las cultivares, con algunas (por ejemplo, Finola) que producen semillas consistentemente más grandes que otras (por ejemplo, Fasamo). Además, los incrementos en la tasa de N se asociaron con un aumento en el peso de las semillas en la cultivar Finola (máximo con 66 kg N ha-1) y una disminución en la cultivar Fasamo (Vera et al., 2004).

El rendimiento de semillas también depende de la interacción entre las condiciones climáticas, el genotipo y las tasas de N (Aubin et al., 2015). Se ha informado que el rendimiento de semillas muestra respuestas cuadráticas y lineales a las tasas de N dependiendo de la cultivar Malvetica (Aubin et al., 2015; Vera et al., 2004, 2010). Los investigadores observaron que durante condiciones climáticas desfavorables (por ejemplo, temperatura alta y distribución desigual de las precipitaciones durante la etapa de llenado de semillas), el rendimiento de semillas no se vio afectado significativamente por la aplicación de N de 0 a 120 kg N ha-1.

Producción de flores

La producción de flores de cáñamo también se ve afectada por la fertilización con nitrógeno (N). El estudio de Saloner y Bernstein (2020) encontró que las concentraciones de cannabinoides carboxilados, como el ácido cannabidiolico (CBD), el ácido cannabigerólico (CBG) y el ácido cannabicromeno (CBC), son más altas cuando las plantas de cáñamo se cultivan en condiciones de deficiencia de N en comparación con las condiciones con altos niveles de N. Esto se debe a que el N es un componente esencial para la síntesis de proteínas, y las plantas de cáñamo utilizan las proteínas para producir cannabinoides. 

Sin embargo, las concentraciones de cannabinoides descarboxilados, como el CBD y el cannabinol (CBN), disminuyen cuando los niveles de N son muy altos o muy bajos.

Un estudio realizado por Anderson et al. (2021) encontró que el rendimiento de CBD y CBG era escaso cuando los niveles de N eran de 0 mg L-1. Cuando los niveles de N se incrementaron a más de 50 mg L-1, se produjo una disminución en los rendimientos. Esto sugiere que hay un rango óptimo de niveles de N para la producción de CBD y CBG.

Un estudio realizado por Atolovye et al. (2022) encontró que la biomasa de cogollos y el rendimiento de CBD por planta aumentan cuadráticamente a medida que aumenta el N del fertilizante, con un rango óptimo de 140 a 190 kg ha-1. Esto sugiere que el rendimiento de CBD puede optimizarse mediante la aplicación de N en cantidades adecuadas.

Varios estudios han investigado el efecto de diferentes fertilizantes N en las pérdidas de N al medio ambiente a partir de los sistemas de producción de cáñamo y su impacto en las semillas, las fibras y las flores. El estudio de Tedeschi et al. (2020) encontró que las emisiones de NO3- eran significativamente más altas cuando la fuente de fertilizante era NH4NO3 que con urea. 

Ambos fertilizantes se rociaron al sembrar y luego se incorporaron con rastrillos. La urea aumentó la acumulación de biomasa vegetal (raíces y tallos) y la eficiencia del uso del nitrógeno (NUE) en comparación con el fertilizante NH4NO3. Sin embargo, estos fertilizantes afectaron significativamente la composición de ácidos grasos de las semillas, las proteínas totales, las cenizas y los carbohidratos (Tedeschi et al., 2020). La urea aplicada con inhibidores de nitrificación y ureasa aumenta el rendimiento de CBD y semillas en comparación con la urea convencional.

⚠️ Interacción entre la fertilización nitrogenada y la toxicidad por metales pesados

Ciertamente, el suelo contaminado con metales pesados es una preocupación tanto para las plantas como para los animales. Algunas actividades antropogénicas, como la aplicación de pesticidas y fertilizantes, las aguas residuales y los residuos municipales, la minería y la fundición de metales, y la producción de baterías, han causado un aumento en la contaminación por metales pesados (Chibuike y Obiora, 2014). 

La fitorremediación, que utiliza plantas para la remediación del suelo de la contaminación por nutrientes y metales pesados, puede ser efectiva cuando se contamina una gran área y los contaminantes se encuentran dentro de la zona de las raíces de las plantas (Placido y Lee, 2022).

El cáñamo industrial es tolerante a niveles elevados de plomo (Pb) en el suelo (hasta 1000 mg kg-1 Pb) (Kos et al., 2003; Linger et al., 2002; YanPing et al., 2014). Se ha encontrado que existe una interacción entre la fertilización con N y la absorción de Pb en suelos contaminados (Deng et al., 2021). La mayor parte del Pb acumulado por las plantas permanece en las raíces para el tratamiento de control. Sin embargo, la acumulación de Pb aumenta en las hojas y disminuye en las raíces y tallos con la fertilización con N aumentada (Deng et al., 2021). 

Un aumento en la concentración de Pb en las hojas podría correlacionarse positivamente con la acumulación de materia seca o el contenido de N en las hojas. La correlación difiere de cultivar a cultivar. Se observaron tendencias variables para la absorción de Pb. Sin embargo, la aplicación de fertilizante con N generalmente aumentó la absorción de Pb con asignación en las hojas de las plantas (Deng et al., 2021).

🔎 Limitaciones en la investigación, debates en curso y necesidades futuras

El renovado interés en el cultivo del cáñamo ha creado oportunidades y desafíos. Existe un enorme ámbito de investigación y desarrollo en esta área. Diferentes regiones del mundo necesitan desarrollar recomendaciones de N para el cultivo del cáñamo para fibra, semillas y flores, basándose en las condiciones ambientales regionales, el tipo de suelo y el clima.

Varios estudios sugieren el requerimiento de nitrógeno óptimo del cultivo, pero aún hay poca investigación sobre la fuente adecuada de fertilizante N, el momento y la ubicación necesarios para la producción de cultivos de cáñamo. Determinar buenas prácticas de gestión del nitrógeno para un cultivo requiere ensayos de varios años.

Tedeschi et al. (2020) demostraron que la urea es una mejor fuente de N que el nitrato de amonio (NH4NO3) en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, existe una escasez de investigación sobre otras fuentes de N, como el amoniaco anhidro y el N orgánico. 

Si bien existen estudios que evalúan el uso de fertilizantes orgánicos líquidos en el cáñamo floral (Caplan et al., 2017) y mezclas orgánicas estándar en el cáñamo (Bruce et al., 2022), se necesita más investigación para comprender mejor la eficacia de estas fuentes alternativas en el cultivo del cáñamo a campo abierto.

La aplicación de N en aplicaciones divididas durante el ciclo de crecimiento podría mejorar la eficiencia del uso de N en el cultivo. La mayoría del crecimiento vegetativo del cáñamo ocurre durante esta fase, por lo que la aplicación de N en momentos estratégicos podría optimizar la absorción de nutrientes y reducir las pérdidas.

La ubicación de los fertilizantes también es un aspecto importante que requiere una investigación más detallada. Un metaanálisis mostró que la aplicación de urea y fertilizantes a base de amonio a 10 cm o más debajo de la superficie del suelo mejora la absorción de nutrientes, el desarrollo de raíces y el rendimiento general (Nkebiwe et al., 2016). Esta información es valiosa para determinar la ubicación óptima de la aplicación de N en el cáñamo.

🤔 Conclusiones

La literatura científica ha demostrado que el cáñamo responde positivamente a la aplicación de nitrógeno (N). En ausencia de N suficiente, las plantas de cáñamo presentan síntomas severos de deficiencia, como hojas amarillas, crecimiento reducido y rendimiento más bajo. 

Los parámetros morfológicos del cáñamo, como la altura de la planta, la biomasa, el rendimiento de semillas, el rendimiento de tallos y el rendimiento de fibra, aumentan con un incremento en la tasa de aplicación de N. 

En cuanto a los parámetros fisiológicos, los pigmentos fotosintéticos, el potencial osmótico, el N total y N-NO3 en la planta, la proteína soluble, la eficiencia del uso del agua y el contenido de clorofila también muestran una respuesta positiva al N exógeno aplicado. 

Además, en el cáñamo floral, el desarrollo de cannabinoides como el CBD y el CBG tiende a aumentar y luego disminuir a medida que aumentan las tasas de N. Por lo tanto, es necesario mantener un equilibrio al determinar el requerimiento óptimo de N del cultivo, respaldado por investigaciones relevantes. 

Esta revisión compila la investigación disponible e identifica la necesidad de investigaciones detalladas sobre la tasa, la fuente, el momento y la ubicación para la aplicación de fertilizante N en el cáñamo en diferentes regiones y condiciones climáticas.

Jose Manuel Asenjo

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