Esta es una de las típicas preguntas que me hacen los clientes en nuestro growshop, sobre todo aquellos que tienen un buen número de focos y necesitan asegurarse de que las cosas van a salir bien. Así que hoy os voy a explicar como hacerlo con nuestro método empírico (basado en la experiencia, no en teorías)
La extracción de aire en un cultivo interior es necesaria para que las plantas se desarrollen correctamente, pues necesitan un aporte constante de dióxido de carbono mientras los focos están en marcha. Además, hay que evacuar el calor que generan estos focos para mantener una buena tasa fotosintética.
De igual forma, es necesario remover el aire durante la fase oscura, para evitar que la humedad resultante de la transpiración se acumule y aparezcan enfermedades causadas por hongos. Una de las más comunes es la botrytis, que llega a causar grandes pérdidas a los cultivadores.
📐 Calcular extracción interior
Existe un método empírico, no demostrado científicamente, pero que funciona. Se basa en calcular el volumen de aire de la sala o armario de cultivo, y dimensionar la extracción para renovarlo 1 vez por minuto (en el peor de los casos). Este será el máximo de renovación, aunque lo normal será trabajar a una potencia inferior… pero eso lo veremos más adelante.
Con este cálculo, podemos prescindir del uso de intractor y confiar la renovación del aire solo al extractor. Eso sí, deberás disponer de una entrada pasiva de aire, a poder ser en el lado opuesto de la habitación respecto al filtro de carbono. De esta manera, todo el flujo de aire pasará por las plantas y renovará el CO₂, a la vez que se llevará el calor y el exceso humedad… Se entiende, no?
Calcular el volumen de aire a remover
Para calcular el volumen de aire a renovar, multiplica las tres dimensiones de tu espacio de cultivo indoor: ancho x largo x altura. Con estas medidas tendrás el volumen en metros cúbicos. Si se trata de una sala de cultivo con techos muy altos, como puede ser una nave, entonces basta con determinar una altura estándar de 2 metros como valor orientativo. Normalmente, no cultivarás con los focos a más de dos metros de altura!
Determina el caudal del extractor
A continuación multiplica el volumen obtenido por 60. Esto corresponde a una renovación de aire cada 1 minuto, con la extracción a máxima potencia. Aunque la verdad es que el extractor nunca debería ir al máximo, pues el caso más desfavorable sería un cultivo en pleno verano, donde necesitas extraer el calor rápido.
La idea es regular la velocidad del extractor con un controlador de temperatura, que mantenga la sala por debajo de 26 grados de temperatura, girando a pocas revoluciones. Si se sobrepasa ese valor de temperatura, el controlador hará girar el motor al máximo, permitiendo una renovación total del aire en tan solo un minuto.
El siguiente paso es escoger un extractor con un caudal en metros cúbicos por hora inmediatamente superior al calculado. Veamos como hacerlo con un caso práctico, un armario cultivo de 240x120x200 cm.
- Volumen = 2,4 x 1,2 x 2 = 5,76 metros cúbicos
- Dimensionado: 2,88 x 60 = 345,60 metros cúbicos por hora
Ahora debes escoger un extractor con un caudal ligeramente superior al calculado. Por ejemplo, puedes instalar el extractor VK 125, con un caudal máximo de 365 metros cúbicos.
Instala un filtro antiolor acorde con el extractor
Por último, escoge un filtro de carbón activo que tenga un caudal ligeramente superior al del extractor, para así poder procesar todo el aire y evitar el escape de olores. En el caso práctico que hemos expuesto, instalaremos el filtro Can lite 125, con 425 metros cúbicos por hora de capacidad…
Si respetamos estos cálculos y hacemos girar el extractor a una velocidad mínima, estaremos permitiendo que nuestro aparato de aire acondicionado trabaje de forma eficiente. Recuerda que, si renuevas mucho el aire de la sala de cultivo, la máquina no tendrá tiempo de enfriarlo.
En salas de cultivo de gran tamaño los cálculos son los mismos, con la diferencia de que en vez de un extractor necesitarás una o varias cajas extractoras con sus correspondientes filtros de carbono.
Extracción de aire en cultivos con CO₂ añadido
Para cultivos con atmósferas enriquecidas con dióxido de carbono, la cosa cambia. Lo que queremos es minimizar la circulación de aire, para que este se mantenga dentro de la sala y las plantas aprovechen el dióxido de carbono.
A la vez que minimizamos la extracción de aire, necesitamos un flujo mínimo a través del filtro de carbono, para evitar la salida de olor a marihuana al exterior.
En nuestra opinión, tras varios años recibiendo feedback por parte de nuestros clientes, basta con reducir al 10% los cálculos que hemos explicado en el apartado anterior. También tenemos que reconocer que instalar un generador de dióxido de carbono solo es rentable para salas de cierto tamaño, no en armarios de cultivo.
En cualquier caso, si todavía tienes dudas al respecto, puedes echar un vistazo a un post que he redactado sobre como generar y controlar el CO₂ en un cultivo interior…de nada 🙂
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