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Los abonos para el cultivo de cannabis son una de las claves para lograr grandes cosechas. Especialmente cuando hablamos de cultivo interior en macetas.

Para entenderlo rápidamente, solo tienes que pensar una cosa, en una maceta el espacio para las raíces es limitado. Por tanto, si quieres que tu planta se desarrolle sin carencias, debes aportar fertilizantes de forma casi continua.

En cambio, para cultivo exterior en el suelo, la cosa cambia. Las raíces absorben la comida de la tierra, por lo que se necesita un menor aporte de fertilizantes.

En cultivo exterior, puedes preparar la tierra a conciencia con humus, fibra de coco, abono granular y demás. Una vez lista y establecidas las plantas, es posible que solo necesites abonar solo una vez por semana.

Fertilizantes para cannabis según composición química

Los abonos para cannabis pueden clasificarse en tres grandes grupos según su composición química. Estas son las características principales de cada uno:

Abonos minerales

Estos productos están formulados a partir de agua y sales minerales: nitratos, fosfatos, carbonatos, sulfatos…En general, proporcionan rendimientos superiores, puesto que las plantas absorben directamente los nutrientes. Si eres de los que busca la máxima producción, entonces deberías comprar un abono mineral para marihuana.

Abonos orgánicos

Los nutrientes orgánicos o biológicos contienen gran cantidad de materia orgánica, que proporciona múltiples beneficios al cultivo: mayor estabilidad de pH, mejor retención de agua y sobre todo, mejor sabor y olor. Si tu prioridad es conseguir cogollos de calidad, entonces compra fertilizantes orgánicos.

Abonos bio minerales

Como su nombre indica, en su formulación se incluye tanto materia orgánica como sales minerales. Tienen las ventajas de los otros dos tipos de abonos, así que son los que recomendamos en nuestro growshop

Abonos para cannabis según fase de cultivo

El cultivo interior de marihuana es todo un arte, y también una ciencia. En la actualidad existen muchos tipos distintos de abonos, específicos para cada una de las fases del cultivo. Si todavía no sabes como funcionan, aquí te dejamos un resumen de para qué sirve cada uno:

Estimulador de raíces. Adecuado para las primeras fases de cultivo, se trata de abonos con alto contenido en sustancias que estimulan el desarrollo de la raíz. También suelen tener un alto porcentaje de fósforo, que es el macroelemento más importante a la hora de formar raíces.
Micorrizas. Productos a base de hongos simbióticos, capaces de vivir en conjunción con las raíces. Los hongos reciben azúcares de la planta, y a cambio, le aportan nutrientes, sobre todo fósforo.
Cal-mag. Indispensables para el cultivo con agua de osmosis, o agua de lluvia. Aportan el calcio y el magnesio necesarios para completar la fórmula de las bases de crecimiento y floración.
Base de crecimiento. Es el fertilizante más importante durante la fase vegetativa. Se puede combinar con todo tipo de nutrientes, pero nunca debería faltar mientras la planta está en fase de crecimiento. En su composición encontramos altas cantidades de nitrógeno en cualquiera de sus formas: urea, nitrato o amonio.
Base de floración. Lo mismo que los anteriores, pero aplicado a la fase de floración o fase generativa. Están formulados con ratios NPK distintos a las bases de crecimiento. Por lo general, contienen más fósforo y potasio que los abonos de crecimiento, imprescindibles para la formación de los cogollos.
Estimuladores. Por lo general, este tipo de productos contienen aminoácidos, ácidos húmicos, vitaminas o una mezcla de todos estos componentes. La función de los estimuladores es activar el metabolismo de las plantas, para que todo lo que pasa, suceda más rápido!
PGRs. Estas son las siglas de Plant Growth Regulators, o reguladores del desarrollo vegetal. Vienen a ser hormonas, y tienen un efecto sorprendente sobre las plantas. Eso sí, debes tener cuidado y respetar las dosis de aplicación, o podrías generar más problemas que beneficios.
Silicio. Uno de los últimos productos en aparecer en el mercado. El silicio es un elemento beneficioso, pero no esencial. Esto quiere decir que la planta puede completar su ciclo vital con él, pero si se aplica se desarrolla mejor. El silicio está especialmente recomendado en situaciones de calor y estrés hídrico.
Enzimas. Las enzimas pueden transformar los restos de raíces muertas en nuevos nutrientes disponibles para las plantas. Esto resulta especialmente interesante en el cultivo de plantas madre.
Engorde. Como podrás intuir, se trata de nutrientes para engordar las flores. Se formulan con grandes cantidades de fósforo y potasio, que son los elementos más importantes para la formación de la flor.
Madurador. Válidos para las últimas semanas de cultivo, se formulan con potasio. Este elemento ayuda a trasladar los azúcares dentro de la planta, acelerando el proceso de maduración.
Carbohidratos. También llamados azúcares, permiten que la planta genere más masa vegetal respecto a lo que haría por sí misma.
Limpiador sales / flush. Usados durante los últimos días de cultivo, para eliminar todos los restos de sales de los tejidos y mejorar el sabor de los cogollos.